Introducción
La ventilación mecánica no invasiva implica ventilar sin invadir la vía aérea del paciente, es decir sin requerir de la intubación traqueal o de la traqueotomía. En su lugar utiliza una interfase de adaptación entre la tubuladura del ventilador mecánico y el paciente que se fija en forma casi hermética a la cara del mismo, alrededor de los orificios naturales (nariz y boca).
Las primeras experiencias con ventilación no invasiva
fueron desarrolladas utilizando sistemas de presión negativa tales como el
pulmotor o la cama oscilante durante la epidemia de poliomielitis en los años
50 y actualmente se encuentran en desuso.
La ventilación no invasiva a presión positiva se
desarrolla a partir de trabajos publicados en 1987 y se expande y
generaliza durante la década del 90.
La tecnología moderna ha permitido el desarrollo de ventiladores
mecánicos especialmente diseñados para ventilación no invasiva con modos
ventilatorios que se ajustan a las necesidades de cada patología y cada
paciente en particular. Esto ha permitido ampliar las indicaciones de la
ventilación no invasiva y el entorno en el que se realiza, dejando de ser un
procedimiento específico de las áreas de cuidados críticos para expandirse a
otros ambientes inclusive al domiciliario.
En esta revisión consideraremos aspectos relacionados
con la selección del paciente, el equipamiento necesario, los modos
ventilatorios utilizados, las indicaciones, las ventajas y desventajas, las
complicaciones y los resultados del uso de esta moderna modalidad de
ventilación mecánica.
Selección del Paciente
los pacientes candidatos a ventilación no invasiva deben reunir una
serie de condiciones para poder ser sometidos a esta técnica. Hay que tener en
cuenta los siguientes aspectos:
Estado de conciencia: deben ser pacientes lúcidos, capaces de comprender la
naturaleza del procedimiento y colaborar con el equipo tratante. La
ansiedad que produce inicialmente el sellado de la interfase puede ser manejada
explicando al paciente las molestias y sensaciones que va a experimentar.
Estado de la vía aérea: Las fosas nasales deben estar permeables. El paciente
debe ser capaz de manejar las secreciones, toser, expectorar y deglutir.
Patología pulmonar: no debe ser extremadamente severa. La resistencia muy
elevada de la vía aérea y/o la compliance tóracopulmonar muy baja, obligan al
uso de presiones elevadas para la ventilación, lo que resulta en mayor grado de
fugas y de aerofagia. La hipoxemia severa puede requerir PEEP Y FiO2 altas, las
cuales no son fácilmente aplicables usando ventilación no invasiva.
Adaptabilidad a la interfase: la delgadez extrema, malformaciones faciales,
ausencia de piezas dentales o presencia de prótesis pueden ser un factor
limitante para una adecuada adaptación a la interfase. De todas maneras cada
vez aparecen interfaces más versátiles que permiten cubrir estas necesidades.
Equipamiento Necesario
1. Interfaces: son los elementos que permiten la adaptación entre el paciente y la tubuladura del ventilador mecánico. Se colocan alrededor de los orificios naturales (nariz y boca), adaptándolos en forma semihermética. Pueden cubrir nariz y boca (máscaras faciales), nariz (máscaras y almohadillas nasales) o solamente boca (piezas bucales).
Son de material blando flexible siliconado con la superficie de
adaptación lisa y acolchada (inflable o no y en algunos casos de un material
símil gelatina para hacerlas más confortables y mejor toleradas). Se debe
tratar de utilizar siempre las que involucren la vía nasal, ya que esto permite
filtrar, calentar y humidificar el aire, mientas que el paciente puede
comunicarse verbalmente
La fijación de la interfase se realiza mediante diferentes tipos de arneses, cómodos, de fácil
utilización, que permitan realizar diversas actividades, incluso dormir. No
deben permitir fugas excesivas ni producir compresión exagerada.
Se debe adecuar cada sistema de fijación
a las características del paciente y de la interfase usada. Debe ser
confortable. No permitir fugas excesivas. No producir compresión que cause
dolor, isquemia o edemas.
2. Ventiladores mecánicos: puede realizarse ventilación no invasiva utilizando ventiladores
mecánicos convencionales, microprocesados, que cuenten preferentemente con la
modalidad de presión de soporte. En estos casos se usa como interfase una
máscara facial acolchada a la que se adapta la tubuladura en Y del respirador.
Se usa generalmente para soporte de corto término luego de la extubación en
pacientes que estaban ventilados en forma invasiva en ambiente de terapia
intensiva. Permiten realizar monitoreo complejo.
Existen en el mercado ventiladores
mecánicos diseñados exclusivamente para la ventilación no invasiva. Varían
en su complejidad de acuerdo al objetivo que se persiga y al entorno en el que
se utilicen. Los aparatos diseñados para uso domiciliario son de fácil manejo y
permiten la aplicación de CPAP o de BIPAP, se usan sobre todo en el tratamiento
de la apnea obstructiva del sueño y pueden ser manejados por el paciente o sus
familiares. Permiten escaso o nulo monitoreo.
Otros ventiladores no invasivos
han sido diseñados para uso institucional. Son de mayor tamaño, permiten el uso
de modos modernos de ventilación mecánica y un profundo monitoreo. Se usan
generalmente en situaciones agudas. Requieren manejo por personal entrenado y
se usan en áreas de cuidados críticos o especiales.
Modos Ventilatorios
Básicamente, aunque la modalidad volumétrica (prefijar un volumen corriente determinado) es posible, la ventilación no invasiva utiliza modos ventilatorios limitados por presión (lo que significa fijar límites de presión espiratoria e inspiratoria).
EPAP (expiratory
positive airway pressure): fija el límite de presión espiratoria por encima del
nivel cero de la presión atmosférica.
IPAP (inspiratory
positive airway pressure): fija el límite de presión inspiratoria.
CPAP (continuos
positive airway pressure): mantiene una presión positiva continua en la vía
aérea. En este caso la IPAP y la EPAP se fijan en un mismo valor (por ej. 5 cm
de agua). No es una modalidad
ventilatoria en términos estrictos ya que todo el volumen corriente movilizado
depende del esfuerzo del paciente. Sin embargo la ventilación se ve favorecida
por diferentes mecanismos. En el caso de la apnea obstructiva del sueño, la
CPAP mantiene abierta la vía aérea superior permitiendo la ventilación. En las
patologías restrictivas agudas como el edema agudo de pulmón, la injuria
pulmonar o el síndrome de distress respiratorio agudo la CPAP produce un
incremento de la capacidad residual funcional, mejorando las propiedades
mecánicas del pulmón al desplazar la ventilación hacia una zona más favorable
dentro de la curva presión - volumen, lo que produce reclutamiento alveolar,
disminuye el trabajo respiratorio y mejora el intercambio gaseoso.
BIPAP (bilevel
positive airway pressure): en esta modalidad se establece un nivel de IPAP (ej:
15 cm de agua) y otro de EPAP (ej: 5 cm de agua). La diferencia entre ambos es
el nivel de presión de soporte (PS).
El volumen corriente que ingresará dependerá del nivel de presión de soporte y
de la compliance tóraco pulmonar del paciente.
PAV (proporcional
assist ventilation): es un modo especial en el cual el ventilador mecánico
varía el nivel de asistencia en base a la demanda ventilatoria del paciente, la
cual es evaluada a través de la medición de la presión inspiratoria inicial
generada por la actividad de los músculos respiratorios en cada respiración.
Ventilación Controlada: si bien la mayoría de los ventiladores no invasivos trabajan en
modalidad espontánea / asistida (es decir que requieren de la actividad
respiratoria del paciente), algunos de ellos pueden funcionar como asistida
/controlada lo que significa que permiten fijar una determinada frecuencia
respiratoria en el ventilador que le permite asumir el control de la
ventilación cuando la frecuencia respiratoria del paciente desciende por debajo
de la frecuencia seteada.
Indicaciones
La ventilación mecánica, inicialmente asumida como un procedimiento asociado a la anestesia y la terapia intensiva, actualmente se ha expandido a otros entornos, como son los servicios de emergencia, las unidades de cuidados respiratorios, la unidad coronaria, las unidades de cuidados especiales y aún el domicilio del paciente. Esto ha provocado una expansión en las indicaciones de la misma, si bien se debe tener en cuenta que además de una patología pasible de ventilación no invasiva, se debe contar con un paciente adecuado para el uso de esta técnica. De la selección adecuada de la patología y del paciente, surgirán los mejores resultados de la ventilación no invasiva.
Patologías de curso crónico: se incluye en este grupo a enfermedades
neuromusculares (poliomielitis - miastenia gravis - esclerosis lateral
amiotrófica), miopatías, fibrosis pulmonar, fibrosis quística,
EPOC, insuficiencia cardiaca congestiva y apnea obstructiva del sueño.
Patologías agudas: incluyen al edema pulmonar cardiogénico y a las formas leves y
moderadas de edema lesional (lesión pulmonar aguda y SDRA). Algunas
neumonías graves también pueden beneficiarse, al igual que las exacerbaciones
del EPOC. En el ámbito de terapia intensiva se usa como soporte post
extubación y como método alternativo de destete de la ventilación mecánica
convencional.
Ventajas y Desventajas
Ventilar a un paciente en forma no invasiva parece por lo menos atractivo, si pensamos en evitar la realización de una vía aérea artificial y las complicaciones que esto acarrea. El menor tiempo de ventilación está implícito en el hecho que es muy fácil retirar y volver a colocar la ventilación no invasiva, sin provocarle mayores molestias al paciente. El paciente puede comunicarse verbalmente mientras está ventilado, lo cual es de mucho valor ya que mejora la interacción entre el paciente y el grupo tratante. Por lo tanto se puede concluir que la ventilación no invasiva es un procedimiento menos agresivo, más confortable para el paciente y que conlleva menores costos.
Sin embargo algunas desventajas pueden puntualizarse
respecto a este método. En primer lugar está limitado a ciertos pacientes
seleccionados que reúnan las condiciones de autonomía necesarias. También está
limitado a determinada severidad, ya que ha mostrado mayor utilidad en las
patologías de severidad leve y moderada. Brinda una ventilación menos precisa
debido al monto de fugas que siempre está presente, al desconocimiento de la FiO2
y a la menor calidad en la precisión del monitoreo
Complicaciones
Las complicaciones asociadas a la ventilación no invasiva son, en general, menos importantes que las producidas por la ventilación convencional.
La incidencia de neumonía asociada al respirador es
menor en varios reportes.
La compresión de las prominencias óseas (sobre todo
nasales) puede provocar dolor y aún lesiones por la isquemia que produce. Esto
se soluciona con adecuadas interfaces y métodos de fijación.
La sequedad de las mucosas es producida por la falta
de humidificación en el aire provisto por este tipo de ventilación.
La aerofagia es un problema en un escaso número de
pacientes, provocando distensión abdominal y disconfort.
Otra complicación es la ventilación inadecuada con
hipercapnia debido a excesivas fugas, lo que debe llevar a evaluar las causas y
plantear la necesidad de la ventilación convencional. Las dificultades para
ventilar los pacientes aumentan en la medida que se requieren mayores presiones
de insuflación.
En caso de aumento progresivo de los requerimientos de
presión, fugas y disconfort, se debe considerar el cambio de estrategia hacia
la ventilación convencional.
Resultados
La evaluación de los resultados en los diferentes trabajos realizados desde 1987 hasta la actualidad, muestran globalmente indudables beneficios del uso de la ventilación no invasiva. Las variables de desenlace utilizadas varían según de qué patología se trate.
En las enfermedades neuromusculares ha demostrado
mejorar el confort, la calidad de vida y la sobrevida a largo plazo.
En la apnea obstructiva del sueño permite una mejor
calidad de vida diurna al mejorar la calidad del sueño. Disminuye la
hipertensión pulmonar y mejora la insuficiencia cardiaca.
Algunos reportes actuales indican que en pacientes con
insuficiencia cardiaca avanzada mejora la calidad de vida y disminuye el número de internaciones.
En el EPOC permite aumentar la capacidad de ejercicio
y disminuye la necesidad de internación. No ha demostrado mejorar la sobrevida.
En las patologías agudas como neumonías, edema agudo
de pulmón, lesión pulmonar aguda y
reagudización del EPOC reduce la necesidad de intubación, la incidencia de
neumonía asociada al respirador, el tiempo de ventilación mecánica, la estadía
en la unidad de cuidados críticos, la mortalidad y los costos. Sin embargo
otros reportes solo indican mejoría en los parámetros fisiológicos y no en
otras variables de desenlace utilizando solamente CPAP.
La ventilación mecánica no invasiva continúa creciendo
en cuanto a tecnología, entornos de uso e indicaciones en la medida que los
resultados son favorables.
Debemos recordar que la elección
del paciente apropiado es crucial para que los resultados sean positivos. Pero
eso no es suficiente, ya que también es necesario un equipo de profesionales
involucrados con el método, que brinden un cuidado de alta calidad a la
cabecera del paciente.
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